16/11/2009
Juan Cacho me parece un personaje tan real que, incluso, me da la sensación que lo conociera de toda la vida o que me lo cruzara todos los días al ir a comprar el pan.
Juan Cacho me parece un personaje tan real que, incluso, me da la sensación que lo conociera de toda la vida o que me lo cruzara todos los días al ir a comprar el pan.
Creo que muchos nos hemos sentido identificados con él en muchos aspectos: tanto en la amistad, intentando “sacarle las castañas del fuego” a un amigo; como en el amor, cegado por alguien sin saber por qué; hasta en la personalidad, siendo tan despistado, inocente, pasota,… (o como se le quiera llamar), que no vemos mas allá de nuestras narices, no vemos lo que pasa a nuestro alrededor, o, a veces, no lo queremos ver.
Me he divertido muchos leyendo las historias tan interesantes que le pasaban e incluso quería seguir leyendo y seguir leyendo porque no podía parar y quedarme con esa intriga, y eso que no me gusta nada leer.
Si el objetivo de este libro es que los lectores nos divirtamos, nos riamos o que desarrollemos el gusto por la lectura, conmigo lo ha conseguido indiscutiblemente.
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